domingo, 13 de junio de 2010

ALI PRIMERA "DALE SALVADOREÑO"

"La última entrevista a Alí Primera."


"Yo soy campesino en mi formación, en la vivencia principal del hombre, su infancia, su música de pájaros, de vientos del norte y del sur, del este, en los árboles de Paraguaná xerófila, de la Paraguaná seca, pero al mismo tiempo de la Paraguaná entrañable, musical, solidaria, cantos de los campesinos en la siembra, cantos de la cruz de mayo, salves, merengues, valses, con viejos clarines y violines, cuatro con cuerdas de chivo, de allí nace el canto que me llenó el espíritu y el alma".

"Fui serenatero antes de tener otra intención con la canción, di muchas en la Universidad, cuando vivíamos en la residencia universitaria, en esa época hermosa de la Universidad y una vez cuando allanan la Universidad en el 66, voy a dar con mis huesos a los sótanos de la Digepol y allí fijándome por una ventana vi a un niño corriendo y dije: por ellos estamos y, escribí una canción que se llamó Humanidad que la estrené en el Aula Magna, un diciembre me acuerdo. Y fue cantada por mucha gente y por Quique Larralde, que una vez cantó uniformada de soldado y descalza en una calle de Caracas, desde ahí me di cuenta del significado de este canto".

"Mi canción tiene una influencia principal: la vivencia de mi pueblo. Después, por supuesto, he conocido las hermosas canciones del Sur de América Latina, Centroamérica, Cuba, que son muy hermosas, son también flores del mismo árbol latinoamericano del cual nosotros formamos parte, pero mi canción es esencialmente venezolana, aunque se llame al mismo tiempo latinoamericana".

+¿En los años sesenta, setenta, existían un grupo de cantores, un grupo que protestaba cantando?

-"No, cuando yo me inicio, yo desconocía totalmente el término protesta, el término que dicho sea de paso rechazo de cuajo, tajantemente, porque yo no protesto, yo no canto por protestar, yo canto por convocar, por ser parte de una conciencia que se deba con la canción. Protestar a veces es simplemente presentar un desacomodo espiritual ante una situación pero hasta ahí. Yo canto y milito con la canción, con la canción como arma, como ayuda, como apoyo".

"No estoy al margen de lo que la canción llama, de lo que la canción dice, de lo que la canción denuncia, no me he quedado al margen, porque no se trata solamente de denunciar una situación injusta sino luchar a fondo, conductualmente presente para que esa situación ya no exista, no gravite sobre el hombre, sobre el pueblo".

"Cuando yo me inicio como cantor desconozco totalmente el movimiento musical de América Latina, y el movimiento que mucha gente llamó de protesta a nivel mundial. Yo salí a cantar con una intención de decir con la canción y de poner la canción como apoyo de un combate por la vida, por la dignidad, inclusive, por qué no decirlo, un combate por un cambio profundo en nuestra sociedad".

"Se trata de una canción política, porque cualquier planteamiento en Venezuela y en cualquier país es político. Nosotros tenemos una intención, aunque no todas las canciones tengan una idea política obvia, tenemos una intención de escribir nuestro canto, nuestro movimiento cultural, en un movimiento transformador del pueblo, en un movimiento político que transporte al pueblo. Porque cuando tú hablas de concientizar, ¿Concientizar para que? Concientizar para transformar, partir de que un pueblo inconsciente de su propia realidad, inclusive de su propia fuerza, es incapaz de movilizar y transformar nada".

"Entonces cuando hacemos una canción nos reunimos con un folklorista, con muchachos que son desconocidos en el territorio nacional, pero que en su pueblo tienen un hermoso trabajo, y nosotros cuando vamos impulsamos ese trabajo en función de que nuestra canción se convierta en un vehículo que ayude a la defensa de nuestra raíz como pueblo, de nuestra identidad como pueblo. En ese momento se convierte en un movimiento político..."


+¿La canción solidaria?

- "Nosotros hablamos de canción, no de recital, de concierto. Nosotros montamos una canción por la Victoria, la canción por la Unidad del Pueblo, la canción por la Patria Buena. Hemos fundados canciones que ya se convierten en instituciones culturales de los diferentes pueblos de nuestro país, toda canción de un hombre de pueblo es válida y es necesaria, y nosotros nos reunimos con cantores folkloristas, cantores populares en cada pueblo, porque no sólo vamos a los pueblos a que nos escuchen, sino también vamos a promover a los artistas regionales, que a veces se les dificulta lograr una audiencia mayor para sus canciones. Sólo nos une una intención de cantar".

"Por supuesto esa tarea principal en la organización radica en los grupos culturales de las diferentes regiones donde se realiza el canto. El resultado ha sido maravilloso, porque no es nada más que escuchar una canción y hacer una cultura de espectáculos, sino que la gente quede con la noción de que es posible realizar una tarea cultural más allá de la dirección política, de la directriz partidista.

Es posible para gente que milita en diferentes partidos políticos trabajar en una tarea común, que beneficia, cuyo receptor, cuyo beneficiario principal es el pueblo, sus hospitales, sus liceos. Yo produzco alrededor de millón y medio de bolívares anuales que quedan en el pueblo, porque yo no percibo un centavo por cantar. Mi supervivencia económica es a través de las regalías de los discos, y en la tarea de cantar yo no percibo absolutamente ni un solo centavo.

A veces hemos exigido un bono solidario para esos grupos que no tienen posibilidad de vender muchos discos, y entonces necesitan para su propia sobrevivencia como cantores un bono solidario. Es una tarea que no ha tenido mucha sonoridad a través de los Medios, pero que sin embargo es una tarea muy bonita y que nos compromete cada día más a inventar más, y a fundar muchas canciones en Venezuela".


+¿Para todos los públicos?

-"La mayoría de mi audiencia es joven, son jóvenes que bailan y cantan y corean nuestras canciones, y nos piden autógrafos, no al estilo fans, nos piden que les escribamos algo, que los ayude a recordar ese momento y eso es muy importante. No es una influencia motivada al uso de los Medios, al uso de la TV, no. Nosotros nos movilizamos con el sentido de cantar, tenemos algo por qué cantar, tenemos una intención profunda, un camino por el cual cantar y eso por supuesto ha influenciado mucho.

Eso significa para mí un compromiso y también una señal de que ha influenciado la canción. Ha influenciado a pesar de que no tengo todo el apoyo publicitario necesario, pero sin embargo hay esa presencia mía, esa preocupación de estar cantando siempre, de organizar actos que son muy masivos, muy hermosos.

Se trata de gente que cuando canta la canción, pega un grito con esa intención profunda de elevarse con el grito, de salir de una inquietud, de una apatía, de buscar el entusiasmo y las ganas, las ganas de hacer menos estéril nuestra pasantía. Yo no puedo convertir mi actitud en una actitud mercantilista, a mi no me interesa obtener un nombre a través de la publicidad, a mi me interesa que el pueblo antes de conocer a Alí Primera, conozca mi canción".

"Yo siempre he escrito una canción con la intención principal de hacerla oír, bien sea en mi voz o en la voz de otros compañeros; yo he alcanzado bastante espacio, he recorrido bastante camino, por supuesto ese camino no tiene límites, hasta el último aliento seguiré en ese camino..."

"Esta tarea de cantor la realizo de muy buena gana y siento que cuando voy a América Latina, cuando me aplauden en Argentina, cuando me apoyan, cuando en México me dicen sigue y cuando en Ecuador, Cuba, Panamá, cuando en Europa me dicen sigue, me siento comprometido con ese llamado, con ese impulso."

"Hasta ahí he llagado, aunque dije lejos, puedo decir tranquilamente ando, ando muy cerca de la ternura, de la rabia, del amor, ando muy cerca del combate por la vida, ando muy cerca de mi pueblo, ando muy cerca de la raíz, tal vez para que me llegue con más fuerza la savia del pueblo".

"Yo fui el primer venezolano que estuvo en el Aula Magna, solo, cantando, y el Aula Magna se llenó. Eso fue en el 69, y desde ahí el Aula Magna es y sigue siendo el nido más hermoso de mi canción, recibo por parte del estudiante en el Aula Magna un apoyo cálido, un compromiso, un reto, pero sin embargo, el nido más amplio, más maravilloso es la patria entera, los pueblos olvidados, arrinconados en la geografía venezolana.

A ellos he querido llegar y he llegado a pesar del porcentaje enorme de analfabetos que existen en el campo venezolano, en el interior, en la provincia, no es obstáculo para entender mis canciones, por que mis canciones son sencillas, son lenguas del pueblo mismo... Yo no soy cantor para el estudiante sólo, el campesino sólo, soy cantor para el hombre y el hombre está en todos los rincones de la patria. Es más, una vez dije que la patria era cualquier rincón donde existiera un ser humano...".


La última entrevista a:
Alí Primera.
Por: Mariam Nuñez.
(24 de enero de 1985).

"Fragmentos de palabras de Alí, escritos y remitidos...".

"Nunca llegarán a entender, que yo apenas soy un carajo vulnerable físicamente, pero espiritualmente férreamente conformado por lo que ha sido mi pueblo siempre... y la canción al fin y al cabo nunca morirá..."

"Les puedo jurar que nunca he escrito ninguna canción adrede. Que jamás he cantado una canción como encargo visceral de mi posición ideológica. Algunas veces mi canción anda dando brincos en el pedregoso camino del panfleto; otras, tiene el humilde vuelo de una sencilla poesía, sin más pretensión que la de comunicar mi solidaridad con el ser humano"

"A veces sucumbo ante la rabia con la misma fuerza que lo hago ante la ternura, pero siempre como una respuesta espiritual y no como una reacción endocrina ante la realidad. Rabia y ternura estimulan mis ganas de combatir y el tío-vivo de la vida, siempre me han gustado el caballito azul del amor y el blanco de la libertad, por ellos, siempre cabalgaré en el caballo rojo del combate..."

"Si no hay verdad en los cantores; entonces no habrá verdad ni en el canto ni en mi esperanza... Dijo el pueblo en su diálogo con los árboles y los pájaros. No por cantar debemos eludir el hermoso deber de estar presentes en la definitiva barricada... La paraulata es pequeña y se enfrenta al chiriguare..."

De repente el cantar se convierte en una acción vital, inexorable, se va poblando de cantos el mundo... arrinconadas las bestias, lanzan feroces zarpazos para evitar que el canto y las manos que se alzan con él hagan posible el más humano de los trueques: LA BOMBA POR EL ARADO ...

"Con el sol a medio cielo...".

Con el sol a medio cielo le escribo un Epitafio a la amargura.
Al canto le doy la vida y el canto me da la vida para vivirla
cantando... es así de simple hermanos

Cuando recibo golpes, alzo la frente y canto...
Los que sueñan y combaten me animan a cantar por ellos y aún,
los que de hinojos, se enamoran de la mansedumbre, me arrancan
del alma un doloroso canto...

¡Oh!, cuánto amo a los que van faltos de amor, llorando.

¡Dios mío!, cuánto amo a los que de tanto amor, van llenos de fe
en los seres humanos, hay un profundo impulso en mi esperanza...
Alguna vez iremos todos hasta la tierra herida de la Patria y se la
cerraremos con un enorme beso...

Por eso canto y le escribo un epitafio a la amargura.

Yo soy militante de los sueños...

"La canción necesaria...".

Tal vez no llegue a dirigir batallones pero ayudaré a formarlos.

La canción necesaria anda en boca de todos nosotros, tiene tantas formas la canción necesaria como flores cubren la piel de los campos...

Dicen que la canción necesaria es jinete y cabalgadura. El jinete es el verso, dicen que este jinete tiene recias manos pero su corazón es como una rosa abierta cuando los gallos cantan su última canción para la noche...

La cabalgadura es la semblanza de nuestra identidad, en sus cascos resuenan todos los tambores de las fiestas de junio y en sus bridas se pulsan, como en mágicas cuerdas, todos los aires que mueven el árbol musical de nuestra tierra...

Dicen que jinete y cabalgadura andan en busca de la canción de la victoria.

La canción necesaria es lengua del pueblo...


"Es verdad".

Me preguntan por qué digo que mi pueblo es bravo y contesto: porque es verdad...

Pero no lo pone en práctica, me dicen, y respondo: también es verdad...

Las cuerdas del cuatro son diferentes en su sonido. Eso es verdad, y es verdad que en el charrasqueo el cuatro se oye más fuerte y más sonoro que en el punte...

¿No será porque en el charrasqueo todas las cuerdas suenan juntas y al mismo tiempo?

Dicen que la mejor forma de defender el amor es amando; también dicen que no por pequeño deja de volar el pájaro. ¡A la berga! También es verdad...

De la tierra de los Mayas, de Farabundo Martí y Monseñor Romero viene un aire caliente...


"Creo en el canto...".

Porque mi pueblo ha sobrevivido cantando siempre... para que no nos llenen de silencio la esperanza... porque siempre ha navegado las venas de esta tierra...

Por la necesidad de multiplicar y el grito de los humildes... porque no será verdad si no son verdades los cantores... porque el canto no es un accesorio sino brazo hermano en las luchas de los pueblos...

Porque no creo en la degradación de la poesía si esta busca al pueblo... porque los que opinan lo contrario no son más que cultos comediantes... porque su elemento esencial tiene su raíz en la sensibilidad del pueblo...

Porque el hombre es indivisible en sus partes revolucionaria y humana... porque a la lucha debemos ir de buena gana y sin amarguras... porque tiene la sonoridad del río, del viento en las montañas y de las entrañas abiertas de la tierra seca...

Porque nunca será un guerrero preso dentro de sí mismo... porque ha ayudado a crecer el vientre de esta tierra que espera el Gran Parto... para que no nos quiten la memoria...

Creo en el canto todo luminoso y solidario En el nombre del pueblo, de sus manos callosas...


"Septiembre".

A veces pienso si nuestras canciones no son excesivamente cautas.

He pensado también si no hemos sido más que hombres, movidos por el instinto, a sobrevivir en un cosmos estable...

Basta ya de intentar conocer al pueblo como a una anécdota más, como quien llena un requisito previo para entrar a las tertulias de la "izquierda divina", facilona ella...

¡Solidaridad es un arma!...

Hay que dinamitar nuestra conciencia. Sin callar los poemas en la garganta busquemos con nuestras manos la mejor canción contra las bestias...

Septiembre, 1973: Un pueblo larguirucho y nuestro, bajó del lomo de los Andes violentas metáforas para forjar un poema de valientes...

Flaca, amor, ¿no es linda la canción que nos canta la gallá?

Afinaitas guitarra y puntería...


"Que mi canto no se pierda".

Canción a canción, lucha a lucha, iremos formando la canción que cante al pueblo que nos ha cantado siempre...

Mientras tanto, debemos poner nuestras manos y voces para que el corazón de los hombres que andan en su propia búsqueda no se caiga en el camino hacia la definitiva barricada... Toma tu guitarra, empuña tu conciencia y canta.

Apunta tu compromiso contra quienes hacen que exista gente de nuestro pueblo viviendo sólo un poquito mejor que los animales...

"No cantar es perdernos" escribió un poeta amigo, hacen millones de balas...

Sospechando que algunas canciones (de las nuevas) se puedan detener en una mera "reflexión epidérmica". Habrá que armar nuestras canciones con nuestra propia conducta. No con frases rebuscadas en entrevistas, caer en poetización es perdernos.

Que mi canto no se pierda...


"No solo de vida vive el hombre".

Siempre he enfrentado la vida con profundo agradecimiento de estarla viviendo. Contento de ejercer con plenitud y honestidad la hermosa tarea de poner en función del hombre y su combate, la canción que aprendí entre cantos de pájaros, los golpes de la escardilla sobre la tierra seca y la roja y silvestre cosecha de los semerucos en mi amada Península la de Paraguaná.

Esa canción ha tomado forma y sentido en tantos años levantándose en defensa de la vida. Esa canción es amiga de los pueblos que en la parte latinoamericana del mundo, luchan por liberarse del secular oprobio, miseria y atraso a que los han condenado sus depredadores de barras y estrellas.

Esa canción es amiga de los pueblos africanos que luchan por no dejar morir definitivamente su cultura, su dignidad y sus derechos frente a la bota colonialista y "civilizada". Esa canción es amiga del Vietnam que sigue luchando por ser "diez veces más hermoso" como lo soñó el dulce y sabio Ho Chi Minh. Esa canción es amiga del pueblo Palestino y su lucha por recuperar lo que siempre fue el sitio amoroso de su patria.

Esa canción, lo digo con sincera convicción, es amiga del pueblo judío, aunque enfrente con todas sus fuerzas, la política genocida y sionista que lo dirige. Esa canción es amiga del hombre que sueña y lucha por sus sueños, del hombre que ama con profunda fe en el ser humano. Esa canción es amiga del que no ha desertado de la esperanza y que en una pequeña iglesia, ora porque el mundo no se siga construyendo con la osamenta de los que mueren de hambre, la descomunal cruz donde quieren clavar de nuevo al hombre.

Esa canción es amiga de los poetas y también de los cantores "boca-sucias" que impotentes de romper cristales con su voz, andan por ahí, abriéndole agujeros a la desesperanza y al "achanta, pana" con que lo quieren frenar los derrotistas. Esa canción es nicaragüense y es salvadoreña al ser profundamente venezolana, con toda la fuerza que le transmite el pueblo que la alimenta, con dulces y amargas palabras y con la música que se origina en los pasos de nuestros primeros pobladores caminando descalzos sobre las hojas secas.

Esa canción ni es neutral ni me la canto a mí mismo, por esto tiene amigos y enemigos por supuesto. Tiene enemigos en los que se deleitan golpeando al hombre preso, enemigos en los que trafican con la droga que convierte en pesadilla de desolación y muerte los jóvenes sueños de nuestra muchachada. En los que convierten en mentira la hermosa verdad de la democracia. Enemigos en los que llegan al filo de la madrugada con tractores y peinillas desenvainadas, y convierten en enormes fogatas las humildes viviendas donde miles de venezolanos abrigan la subvida que les permite un sistema corrupto e inhumano como el que tenemos.

Enemigos en los que llenan de cenizas e inmundicias nuestros ríos y después dicen que fue una "menudencia casual" la mortandad de peces en Carenero. Enemigos en los que han edificado un pueblo desnutrido sobre la inmensa riqueza de nuestro suelo. Enemigos en los que creen en Bolívar mientras se puedan embolsillar su pensamiento.

Enemigos en los que creen que las células del hombre que trabaja, son centavos que se pueden atesorar en los bancos de Suiza. Enemigos en los que creen que con mentiras se pueden llenar de mierda para siempre, la dignidad del pueblo nuestro. Enemigos en los que dicen que es "por capricho" que la gente vive martirizada en nuestros cerros.

Enemigos en los que creen que a todo un pueblo, dueño del cerro "Galicia", lo pueden encerrar en un club de Sibaritas, construido sobre un crimen ecológico. Enemigos entre los que hablan y manotean orondos sobre los derechos humanos, mientras nuestros indígenas son perseguidos a perdigonazo limpio como si fueran chiguires. Enemigos en los que "ligan" que el gobierno de turno sea desastroso y malo para ellos poder ganar "las próximas elecciones". Así se han barajado durante más de cinco lustros, y nuestro pueblo boca abierta y bueno, dejándose llevar.

Claro que esa canción tiene enemigos, coño y si no los tuviera, igual la cantaría.

Transcripción de la intervención de Alí Primera. En el 1er. Festival del Nuevo Canto celebrado en Ciudad de México en abril de 1982.

Hago saber a los compañeros mexicanos, que forman parte del panel obrero-mexicano, que en mi niñez conocí a través de las películas de Pedro Infante, al pueblo que hoy veo de cerca y toco. Es difícil hablar por muy corta que sea la experiencia de cada uno, decirla en tres minutos, por lo tanto les quiero decir que de joven deseaba cantar y aún sigo cantando. La canción la tenía simplemente como algo de diversión para dar serenatas, para parrandear, y una vez, estando preso, me dio por escribir y por hacerme una pregunta, el por qué resistíamos y nuestra moral no decaía.

Yo había sido militante revolucionario o lo soy o pretendo serlo desde hace 26 años y antes había cumplido tareas del Partido Comunista en todo tipo de lucha de la historia nuestra que el proceso revolucionario nuestro ha tenido que acometer. Después de salir de la cárcel o del calabozo, para decirlo más ligero, nuestro partido planteó una carga sobre Caracas para tratar de deslastrarse un poco del síndrome de la derrota que habíamos sufrido en la lucha guerrillera, es decir, ese contacto con las masas que no hacía falta, y yo apenas con una canción sobre el Che, Humanidad y una canción sobre el Tío Ho, comencé a cumplir los papeles de cantor.

Yo no sabía lo que era un cantor, por la incomunicación que han planteado aquí tantos compañeros; yo no sabía de los cantores ni de los cantos que existían en América Latina, a excepción de las canciones mexicanas que nos llegaban a través de Jorge Negrete y Pedro Infante a quien, dicho sea de paso, amo mucho en el recuerdo.

Pues bien, en esa carga sobre Caracas que duró un mes, hacíamos tarea de agitación en el día y, en la noche, cantábamos, como montando y desmontando el circo. La gente estaba oyendo algo nuevo, pero sabía algo importante que en mí se sembró para siempre: el papel desinhibidor del cantor y del canto que se hace cuando se plantea en él un respeto por el hombre.

Aparecía un viejito, y decía: "Yo también sé cantar", se animaba y se paraba a cantar de igual a igual. Cuando llegué a Caracas ya había escrito muchas canciones de diferentes temas, empezaron las cosas vivenciales a florecer, empezó a trabajar la memoria y a convertirse en canción algo que había quedado dentro, pero fue perdiendo en ese tiempo algo que es muy importante y que yo valoro mucho.

El cantor nace para competir ya está muerto, el cantor no tiene aliados en el camino, por eso José Molina y Daniel, como dos formas diferentes hacia el canto o tal vez como dos actitudes, con las cuales comparto mi complicidad militante, porque ya ante este tiempo se ha venido hablando mucho de la canción y aquí he sentido a veces como si hubiese un ejército de salvación del arte.

Yo creo que el arte es el arte; debe haber una conducta típica y debe haber una conducta militante con respeto al arte. Si el artista es muy sublime, es muy excelso, es muy alto, su arte es como es el artista, pero si además el artista con todas esas características se vincula militantemente al proceso transformador, su arte es más arte, no se mancha el arte, recupera más camino el arte. Se trata de no plantearnos que alguien no quiere disgregar el arte por aquí o nuestras capacidades creativas.

En cuanto a lo ideológico, nosotros hemos tenido en Venezuela tremendas luchas, primero porque la música que hacíamos era también un prisma de sectarismo partidista y de repente nos dimos cuenta solos que una canción para un partido no era la canción para un pueblo, y que había que tomar una lucha y hacer comprender a los dirigentes políticos de la izquierda que las canciones eran, nacían, para el pueblo y hacer una lucha así cuando uno se había acostumbrado a tener el respaldo del partido en una lucha ideológica, una lucha, primero ideológica, contra un sistema que nosotros atacamos porque atacó al hombre primero, una lucha ideológica contra algo crónico que ha existido siempre en la izquierda, que es utilizar al artista y a la canción como un accesorio.

Nuestro movimiento se desarrolló en esa forma y yo siempre he tenido una lucha tenaz porque no se formen estrecheces sino campos colectivos, y por eso aparecen muchachos al lado de niños en la Canción por la Victoria del Pueblo Salvadoreño. En Venezuela cantó un niño de ocho años, y llegó con ganas de cantar a las doce de la noche.

Nosotros hemos hecho una canción por llenar, y planteando a Camilo el guerrillero con su fusil y su evangelio que le ha acompañado, tambores chinbangueles, es decir hemos logrado derramar la canción protesta que se llamó la canción política, en algo que para nosotros en este momento es vital, La Canción Necesaria.

La canción necesaria tiene todas las formas que tienen los pueblos y todas las formas que tienen los hombres de pensar y de tener criterio, por eso me siento hermano de todos los cantores. En Venezuela, yo nunca he cantado en la televisión, pero cuando Lilia Vera está en la televisión me entra una tremenda debilidad.

En Venezuela yo tenía una lucha tenaz con los periodistas para que reseñara nuestros actos y sacaran nuestras canciones de lo que se llama farándula, no por el desprecio a la palabra farándula y a los que se muevan en ese medio, porque en todo caso son seres humanos y son sensibles, porque para ser artista hay que ser sensibles; pero hay que buscar una ubicación de respeto a lo que uno ha hecho, a lo que uno ésta haciendo, no para hacer historia y para quedar en estatuas que al fin y al cabo las cagan las palomas.

Yo he presidido muchos festivales, he visto cantores y yo no quiero adoptar esos curriculares, yo fui a Cuba y vi al compañero Renier, pero también vi a muchachos que todavía estaban haciendo, estaban empezando a hacer, a dar balbuceos como cantores. Yo he visto a los Quilapayun, pero también he visto a compañeros que se están moviendo en este momento con muchas dificultades, pero con mucho entusiasmo dentro de Chile, he visto en México a cantores que no conocía y esa es mi gran ganancia.

Cuando pegaba afiches tenía una actitud militante y como cantor debo tener una actitud militante aunque necesariamente se vea reflejada en mi alguna conciencia artística de lo que estoy haciendo como artista, les hago la comparación: veo más gente cuando canto que cuando pego afiches, es verdad, cuando canto veo más gente Ustedes dirán: sí pero los afiches los ve más gente después; entonces yo les digo: pero cuando vayan a despegar los afiches, éstos no se van a poder defender.

Entonces yo quiero decir esto porque es necesariamente la presencia del hombre, el arte, si lo defendemos tanto, pongámonos al lado del arte, y si defendemos tanto al arte, toquemos el espacio donde el arte tenga más posibilidad de ser conocido. En eso soy más leninista que el carajo: poner el arte donde están las masas, y eso debe tener una discusión para no ponerlo así, a priori, tan desnudo, esa discusión que la intuyo, que se dará aquí en México entre todos los cantores, entre todas las formas de decir el canto.

Y estoy seguro que obtendrá un hermoso resultado, para que México ya no sea la sede de la simple crítica entre los cantores, sino que México sea la sede de un paso adelante, donde la canción bolivariana sea parte del pensamiento de Bolívar, sea Morelos el que cante, sea Sandino, sea Farabundo el que cante, sean los hombres que soñaron con algo nuevo y que el tiempo biológico o el balístico les cortó el sueño.

Hagamos las canciones, yo una vez canté una canción que se llama Ruperto que dice que fácil es tener un Mustang, y esa canción se escuchaba en el barrio en la misma forma que una canción que escribí y que se llama Amor en Tres Tiempos que dice: sólo se oía el canto solemne de Beatriz que salía del mar huyendo de los peces...

Transcripción de la intervención de Alí Primera. En el 1er. Festival del Nuevo Canto celebrado en Ciudad de México en abril de 1982.

Que no obtengamos un solo centavo cuando cantamos frente al pueblo, , "ALI PRIMERA"

"Soy mosca y soy abeja".


No me doblegará señor sistema,
No me atemorizará señor gobierno.

En 1967, estando detenido en los calabozos de Las Brisas, junto a muchos compañeros estudiantes, debido a las "medidas de alta policía" del gobierno de Raúl Leoni, después del allanamiento de nuestra Universidad Central, pude constatar algo que me marcaría para siempre, para toda mi vida: la música cuando se pone a cabalgar en ella versos donde el protagonista es el hombre hecho combate, cuando el amor que se nombra ya no es tan solo el individual, el intimo, sino el amor solidario por todos los seres humanos cuando el verso además de divertir proporciona elementos reflexivos y concientizadores, cuando la canción cumple estas características, repito se convierte en un arma popular.

Arma popular que defiende al pueblo contra la transculturización que niega su identidad y su memoria libertaria, canción que ayuda a sostener la esperanza en una patria mas digna y solidaria, en una patria más bolivariana. Desde ese momento (1967) y manteniendo un compromiso más profundo con mi militancia revolucionaria, que se inició en 1959, he andado un solo camino, acompañado de la canción y acompañando la canción, con una presencia activa en los combates que ha ido librando mi pueblo, no apropiándose del papel de dirigente sino buscando que desde su propio seno salga su vanguardia.

Pero desde ese momento he tenido que enfrentar todos los peligros y situaciones desagradables que como cantor se me han presentado. Entiendo como canto no sólo el que escribe y canta canciones sino el que arma con su conducta militante y solidaria a la canción misma, el que no trafica con el entusiasmo que la canción despierta en el pueblo sino el que trabaja todos lo días para organizar ese entusiasmo, esa conciencia despertada, en un movimiento popular donde el pueblo pase a ser de espectador sumiso de su realidad a un activo luchador por transformar a la misma.

Por eso nuestro canto ya no pertenece a un partido político sino a todo el pueblo, por eso nuestro canto no es ejercido por un solo cantor sino por todo un colectivo de cantores con estilos diversos pero que buscan un mismo objetivo: ser apoyo firme de la identidad de nuestro pueblo y ser impulso en el desarrollo de nuestra cultura popular, a ustedes señores del sistema, del gobierno, les disgusta esto:

Que incorporemos a este hermoso trabajo a militantes de las bases de los partidos AD y COPEI, por que es obvio el deslinde que existe entre las bases de esos partidos y sus dirigencias, que han trampeado y mentido tanto que han llevado a la democracia, que el pueblo se ganó, a una grotesca parodia donde la corrupción, la marginalidad, el analfabetismo, la inseguridad personal, el desempleo, son los signos mas resaltantes.

Que no obtengamos un solo centavo cuando cantamos frente al pueblo, y que cuando se cobra una módica entrada el resultado neto de las mismas se invierta en ayuda a grupos y centros culturales, en crear instituciones populares, en solidaridad con los pueblos que ustedes negando nuestro propio pueblo y su hermosa historia libertaria, ayudan a masacrar; y también por que no decirlo? En solidaridad con las organizaciones de vanguardia de nuestro pueblo.

Que nuestra supervivencia económica la obtengamos solamente de las regalías autorales y de intérprete que resulta de la divulgación de nuestros discos. Que les calienta, además, que un alto porcentaje de esas regalías sean aportadas al desarrollo de otros cantores ( a nivel de grabación) sin que obtengamos por ello otra ganancia que la alegría que le queda al hombre cuando ha cumplido con su deber.

Que esta actitud nos lleve a vivir tan sencilla y modestamente, como pudiera vivir cualquier obrero, si ustedes no ejercieran tan inhumana explotación sobre él.

Que seamos abiertamente antiimperialistas Soy mosca y soy abejay anticolonialistas y que esta conducta no sea sino el resultado de una profunda y hermosa herencia del pensamiento de nuestro libertador Simón Bolívar.

Que los denunciemos a ustedes como hipócritas, demagogos y mentirosos cuando invocan el sagrado nombre de la Patria y son los causantes de que una inmensa mayoría de los hombres que la forman vivan de privaciones, de negación de sus más elementales derechos (votar no es el único derecho que exige la Patria Democrática). Al hombre cuando se le miente se le hace indigno y una Patria de lacayos no puede ser la Patria que soñó Simón Bolívar.

Que tengamos profunda fe en nuestro pueblo y que por que él seamos Mosca y Abeja. Mosca porque nos meteremos en la mierda si es preciso para defenderlo y sacarlo de ella y abeja porque añoramos y cantamos a la flor de la victoria. El cantor no puede cantarle a la flor solamente, sino que cuando le llegue el tiempo debe cantar también contra la mierda y llamarla por su nombre.

Ustedes y los intelectuales que se hacen los locos cuando los cantores son agredidos, saben que no formamos parte de un ejército de salvación del arte puro, sino que inscribimos nuestro quehacer en un proceso político que nos lleva a decir sin complejos:

EL ARTE QUE NO MILITA EN LA DEFENSA DE LA DEFENSA DE LA CONDICIÓN HUMANA DEL HOMBRE NO ES ARTE POPULAR.

A ustedes les disgusta que sin padrinos, ni representantes artísticos, hayamos divulgado nuestro canto en el mundo entero y lo hayamos hecho querer y respetar y que este rol lo hemos ejercido con la humildad y sencillez de quien sabe que no hay mayor poeta que el pueblo mismo.

A ustedes les disgusta que andemos por el camino que nos tocó caminar llamando hermano a todos los hombres, que para sentir amistad y amor por los seres humanos no pidamos carnet político, sino frente digna y mano solidaria. A ustedes les disgusta que andemos sin amargura, sin paranoias, que nos hayamos olvidado de las torturas que a nivel personal hemos recibido o que al menos su recuerdo no nos perturbe ni nos convierta en seres torpes y rumiantes de lo trágico.

A ustedes les disgusta que los que han caído heroicamente en este camino de combates sean para nosotros un compromiso, un reto, un hermoso estímulo sin que por ello nuestra canción se haga "mortuoria", ustedes saben que no olvidamos. A ustedes les disgusta que todos los que hoy son prisioneros políticos (en las cárceles que ustedes construyen) por llevar a su más alto riesgo el derecho a llamarse patriotas son también nuestros hermanos y que no tenemos miedo alguno en hacer activa nuestra solidaridad con ellos. Ustedes saben que no tenemos miedo.

Esas y otras razones son las que los llevan a usted señor sistema y a usted señor gobierno a tomar medidas tan torpes y abyectas como estas:

La calumnia a través de los medios de comunicación donde se nos pone a ostentar riquezas que sólo caben en las mercantilistas mentes de ustedes, por ejemplo: lujosas quintas, gruesas cuentas bancarias, lujosos automóviles, etc.

Evitar por todos los medios que nosotros consigamos los sitios donde realizar nuestros eventos, sin tomar en cuenta que estos son organizados por el pueblo mismo y que además todos los locales públicos (culturales o deportivos) le pertenecen al pueblo y no a ustedes.

Realizan escaladas fascistas donde se nos hace aparecer como terroristas que "atentan contra la familia, las buenas costumbres, la propiedad privada y la cultura occidental". Recuerden lo que hicieron en Maturín hace cuatro años donde además de pintar las paredes de la ciudad en contra mía, intentaron matarme.

Pero pesar de esta situación de zozobra a que ustedes quieren someterme a mi y a mi familia quiero decirles lo siguiente:

Siento un profundo amor por la vida, pero enfrentaré con entereza la muerte que ustedes quieran darme (si es que lo han decidido así).

Yo no hago trabajo clandestino, ando con la frente en alto y el pecho abierto cumpliendo con mi deber de cantor de mi pueblo.

La única arma que poseo es mi canción y el apoyo de mi pueblo, tengo una profunda fe en la humanidad y en el reto que tiene que enfrentar. Vencer contra los que llenan de hambre y de guerras nuestro planeta.

¡CLARO QUE NUESTRO CANTO ES SUBVERSIVO, EN ESTE PAÍS HASTA LA SONRISA LO ES!

¡SOY FELIZ AUNQUE NO ME DEN PERMISO!
ME BENDICE DIOS Y ME GUÍAN BOLÍVAR Y MARX.

NO TENGO ENEMIGOS PERSONALES A EXCEPCIÓN DE LOS NATURALES ENEMIGOS IDEOLÓGICOS Y ENVIDIOLÓGICOS.

Alí Primera.
3 de Mayo de 1982.

ULTIMOS AÑOS DE SU VIDA

Su muerte se produjo el 16 de febrero de 1985 en un lamentable accidente automovilístico, ocurrido en la Autopista Valle-Coche de Caracas, que envuelve de luto al pueblo de Venezuela. Antes de su fallecimiento, Alí Primera emprendió a finales de 1984 un nuevo proyecto discográfico en el que combinaría los temas presentes siempre en sus composiciones con ritmos que nunca había interpretado, entre ellos la gaita zuliana.

Las pistas musicales habían sido grabadas y Primera sólo había puesto la voz a cuatro de ellas. Al momento de su accidente, Alí venía de una sesión de grabación. Semanas después de su muerte, un hermano de Alí llamado José Primera mejor conocido por su nombre artístico como José Montecano (también cantante, músico y compositor) se ocupó de completar el proyecto acompañado de sus sobrinos. El álbum, que fue llamado Por Si No Lo Sabía, tuvo algún éxito y fue el primero y único que se promocionó en televisión, medio en el cual Alí siempre fue censurado.

Al año siguiente, la disquera Cigarrón acordó editar el álbum Alí ¡En Vivo!, un trabajo grabado pocos años antes en el Auditorio Magdalena Seijas del Instituto Universitario Pedagógico de Barquisimeto. La presentación, en la cual Primera incluyó el Himno Nacional de Venezuela (Gloria Al Bravo Pueblo), fue realizada para celebrar el aniversario de un programa radial de música de protesta latinoamericana.

Aunque el gobierno de Venezuela declaró en 2005 su música como Patrimonio Nacional, la realidad es que los derechos de sus discos fueron cedidos años atrás a la extinta disquera venezolana Top Hits los cuales a su vez, fueron adquiridos por la disquera mexicana Balboa Records.

CANTOR DEL PUEBLO

Entre 1969 y 1973 permanece en Europa gracias a una beca que le otorga en 1968 el Partido Comunista de Venezuela (PCV) para continuar sus estudios en Rumanía. En Europa, para ganarse el sustento lavaba platos y en ocasiones lograba cantar en sitios en que se respetaba su trabajo. En un estudio en Alemania graba su primer disco, titulado Gente de mi tierra. Las composiciones de Alí recogen el sufrimiento del pueblo desgastado por la pobreza y la desigualdad social, por lo que rápidamente cala en el sentir de la gente y se convierte en el "Cantor del Pueblo". Sin embargo, aunque en poco tiempo los sectores más necesitados de la sociedad venezolana se identificaron con sus canciones, Alí fue objeto de un veto por parte de los medios de comunicación y el gobierno de turno en Venezuela, debido al radicalismo de los temas expuestos en las mismas, lo que lo llevó a fundar su propio sello disquero, Cigarrón, para buscarle difusión a sus composiciones. Para la distribución comercial de las mismas, se apoya en la compañía discográfica Promus.
"En Europa el mundo se me hacía chiquito aún con los latinoamericanos. Yo lavaba platos por no vender mi canto y a veces lograba cantar en sitios donde realmente se respetaba mi canción...", diría años después siendo ya una personalidad en el mundo de la música. Luego de militar en la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) y en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), colaboró en los inicios políticos de un nuevo partido denominado Movimiento al Socialismo (MAS), acompañando y trabajando durante la primera campaña electoral de José Vicente Rangel (1973), aunque jamás dejó de ser militante del (PCV). Para este entonces, ya figuraba como uno de los principales compositores y cantantes populares no sólo del país sino de Latinoamérica. Desde 1973 hasta la fecha de su muerte, grabó 13 discos de larga duración y participó en numerosos festivales en toda América Latina. Entre las canciones más conocidas de Alí se encuentran Paraguaná, paraguanera, José Leonardo, Techos de cartón (esta canción fue regrabada por otros cantantes latinoamericanos, como Soledad Bravo, Guanaguá, Los Guaraguao, el cantautor mexicano Marco Antonio Solís y la banda española de punk-rock Reincidentes), Cruz Salmerón Acosta (dedicada al poeta venezolano del mismo nombre), Reverón (en memoria del pintor Armando Reverón), Flora y Ceferino, Canción mansa para un pueblo bravo (tema musical de la película homónima), y Sombrero azul dedicada al pueblo salvadoreño.
Alí se presentó en fábricas, liceos, sindicatos, y frecuentaba el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, su casa de estudios.
Se valió de su buen gusto y notable intuición, sin dejar a un lado una buena dosis de audacia, para componer melodías que eran un llamado al combate. Su canto se multiplicó en defensa de la humanidad.
Dos grandes estudiosos de Alí Primera, Jesús Franquis y Andrés Castillo, coinciden en que, aun cuando su obra fue considerada dentro de la canción protesta, que fructificó en Venezuela entre 1970 y 1980, Primera insistió en denominarla siempre Canción Necesaria.
El propio Alí señaló, en una entrevista: "Nuestro canto no es de protesta, porque no hacemos una canción por malcriadez, no la tomamos para encumbrarnos ni hacernos millonarios, es una canción necesaria".
Y agregó: "Cada día nos motiva a hacerla más profunda, pues un hombre armado de una canción y una poesía humana, es un hombre desarmado para la envidia y para ser un hombre malo".
"No canto porque existe la miseria, sino porque existe la posibilidad de borrarla, de erradicarla de la faz de la tierra".
En Barquisimeto conoce a su futura esposa, Sol Musset), la cual venía de ganar el concurso de "La Voz Liceista" y se presentaba en el festival "Los Venezolanos Primero" en el año de 1977. Tuvo cuatro hijos con Sol Musset: Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón. Además ya había procreado dos hijas con Tarja Osenius en su viaje a Suecia, María Fernanda "Shimpi", hoy residente en Canadá, y María Angela "Marimba" y con la venezolana Noelia Pérez tuvo a su hijo Jorge Primera Pérez, nacido el 8 de febrero de 1977. Alí Primera, con gran sinceridad, cultivó la amistad de un viejo trovador del occidente del país, en el Estado Zulia, en Maracaibo,"El cantor de todos los tiempos", Armando Molero, a quién dedicó, así como a su esposa, Josefina Leal de Molero, algunas de sus inspiraciones más sentidas

BIOGRAFIA DEL CANTAUTOR "ALI PRIMERA"

Alí Rafael Primera Rosell (Coro, 31 de octubre de 1942 - Caracas, 16 de febrero de 1985) fue un músico, compositor, poeta y activista político socialista venezolano.

JUVENTUD


Bautizado como Alí Rafael Primera Rosell, Alí porque sus abuelos fueron árabes y Primera Rosell por sus padres Antonio Primera y Carmen Adela Rosell. Pobre desde la cuna y huérfano de padre a los tres años. Su padre, quien se desempeñaba como funcionario en Coro, murió accidentalmente durante un tiroteo que se produjo durante el intento de fuga de la cárcel de dicha ciudad de unos prisioneros (1945). A raíz de la muerte de su padre, siendo aún muy joven, Alí acompañó a su madre y a sus 2 hermanos en un peregrinaje por diferentes pueblos de la Península de Paraguaná que incluyeron San José, Caja de Agua, donde termina su educación primaria; Las Piedras y finalmente, el barrio La Vela, hoy conocido como Sector Alí Primera en el Municipio Los Taques, cerca de Punto Fijo. En dicho poblado, dada la miseria que vivían Alí y su familia, se desempeña en varios oficios: desde limpiabotas a los seis años hasta boxeador, trabajos que no lo desanimaron para continuar sus estudios.

En 1960 en búsqueda de mejoras en su calidad de vida, él y su familia, se trasladan a Caracas donde se inscribe en el "Liceo Caracas" para completar su educación. En 1964, tras culminar el bachillerato ingresa a la Universidad Central de Venezuela, para estudiar química en la Facultad de Ciencias. Durante su vida universitaria, en los patios de esta máxima casa de estudios, inició la carrera como cantante y compositor, primero como una afición y paulatinamente, como una actividad a tiempo completo. Sus primeras canciones, Humanidad y No basta rezar, presentada esta última en el Festival de la Canción de Protesta organizado por la Universidad de Los Andes (1967), lo proyectan a la fama...